La infidelidad es una de las crisis más devastadoras que una pareja puede enfrentar. Este acto no solo quiebra la confianza, sino que también desencadena una serie de emociones intensas, como el dolor, la ira y el sentimiento de traición.
La terapia de pareja surge como una herramienta vital para aquellas parejas que desean superar este obstáculo y reconstruir su relación. Sin embargo, el proceso de reconciliación no es sencillo ni lineal; requiere un análisis profundo que contemple tanto los aspectos conscientes como los inconscientes de ambos miembros de la pareja.
¿Es un síntoma o una causa?
Uno de los primeros enfoques que los terapeutas de pareja suelen adoptar es entender que la infidelidad es un síntoma de problemas subyacentes en la relación más que la causa principal del mismo. Estos problemas pueden incluir la falta de comunicación, la insatisfacción emocional o sexual, o la distancia emocional acumulada a lo largo del tiempo. El terapeuta ayuda a la pareja a explorar estos y otros aspectos de la historia de ambos para entender qué factores llevaron a uno de ellos a buscar satisfacción fuera de la relación.
No obstante, también es crucial considerar que en nuestra subjetividad no todo es voluntario y consciente. Muchas veces, la infidelidad puede ser un acto impulsado por necesidades inconscientes no resueltas, como la búsqueda de aprobación, el deseo de escapar de situaciones de ansiedad o incluso patrones repetitivos de conducta aprendidos en la infancia. En otros casos es una vía para forzar una ruptura que no se puede acometer de otra manera.
La terapia de pareja tal como la concebimos, explora estos aspectos inconscientes, ayudando a las personas a identificar y comprender los conflictos internos que pueden haber contribuido a la infidelidad.
Estrategias de reconciliación
Superar la infidelidad requiere un compromiso profundo de ambas partes y una disposición genuina para trabajar en la relación. Algunas de las estrategias comunes en la terapia de pareja incluyen:
Buscar restaurar la confianza: Este es un proceso gradual en el que el miembro infiel debe demostrar, con acciones consistentes, su compromiso con la relación. El terapeuta puede sugerir la transparencia total en cuanto a la comunicación y el acceso a las redes sociales o teléfonos móviles, aunque esto debe manejarse con cuidado para evitar dinámicas de control.
Intentar comunicarse de otra manera: Muchas veces, la infidelidad es el resultado de un conjunto de malos entendidos. La terapia de pareja puede permitirles expresar sus necesidades, miedos y deseos de manera abierta y honesta, sin recurrir a la crítica o la defensa.
Explorar las emociones: El terapeuta guía a la pareja a través de un proceso donde ambos miembros pueden expresar su dolor, arrepentimiento, ira y otras emociones relacionadas con la infidelidad, ayudándolos a reconocer y comprender estos estados de ánimo.
Replantear el compromiso: La terapia también puede incluir una reevaluación del compromiso que ambos miembros tienen hacia la relación. Esto puede implicar la creación de nuevos acuerdos que reflejen las necesidades y expectativas actuales de ambos.
Ejemplos de superación
A lo largo del proceso terapéutico, muchas parejas logran no solo superar la infidelidad, sino también fortalecer su relación de maneras que antes parecían inalcanzables. Un ejemplo es el de parejas que, después de la infidelidad, redescubren nuevas formas de intimidad y conexión emocional. Esta nueva cercanía se basa en la vulnerabilidad compartida y en la construcción de una relación más auténtica y consciente.
Otro ejemplo es el de parejas que, tras trabajar en los aspectos inconscientes que llevaron a la infidelidad, logran identificar y romper patrones destructivos que venían afectando su relación durante años. Esta toma de conciencia no solo les permite sanar la herida de la infidelidad, sino también prevenir futuros conflictos similares.
Conclusión
La terapia de pareja ofrece un camino hacia la reconciliación tras la infidelidad, abordando tanto los aspectos conscientes como los inconscientes que contribuyen a esta crisis. Aunque el proceso es complejo y difícil, con el apoyo adecuado y una disposición mutua al cambio, muchas parejas logran no solo superar la infidelidad, sino también construir una relación más fuerte y satisfactoria